lunes, 31 de agosto de 2009

EL ALMA DE UN MISIONERO
(Por Balbino Vásquez)

Estaba perdida y él la encontró. La tomó y le marcó un proposito: Serás misionera. Luego le envió a buscar otra alma perdida y tras mucho caminar, ella la encontró. Al maestro la llevó. Y el circulo de nuevo comenzó. Con un alma para un alma. Hasta un alma.

De entre las miles de los hijos de los hombres: Allí están. Son las almas mensajeras. las Misioneras.No son tan distintas a las de los demás. Ayer estaban perdidas. Hoy -por ello- sirven agradecidas. Pagan la deuda. Las salvaron. Ahora hay que salvar a otros.

Y es que el alma de un misionero no puede procurar ser tan diferente a las Almas de los perdidos. Pues aunque la suya esté blanqueada no puede olvidar el Modelo que le marcó la pauta. Que se hizo carne para alcanzar a los de carne. Algunos de sus imitadores decidieron: Nos haremos Esclavos para ganar esclavos. Esa es la ubicación del alma misionera. No tan arriba,no tan abajo. No tan espiritual que los terrenales no puedan semejarsen a ella. Ni tan terrenal que los espirituales no puedan verla como su guía a la dimensión celestial.

En cuanto a su Visión. El alma Misionera no ve como otras ven. Mejor aún: No ve. El profeta anunció del salvador de almas. ¿Quién es ciego como mi siervo..? Quién más ciego que El. Cuando su acompañante gritaba: Mira su lepra!No lo toques!Inmundo es! Mira..Mira! El... no miraba. Y sin interrumpir su paso: Lo tocaba. Y el leproso sanaba. Gracias al que no miraba. Tal es la visión del alma de un misionero. No ve rostros. No ve colores. No ve rasgos. No ve sino almas. Solo ve la escencia. Solo ve el corazón.Y eso solo es posible con los ojos de la fe.

El alma de un misionero no conoce fronteras. Además de su conciencia peregrina,cuenta con la brújula de la escritura recibida y que debe guardar no pierda su rumbo. Su paciencia le permitirá cruzar los puentes colgantes de una jungla llamada Ignorancia y enmarcada en sus orillas al rio de confusión. El alma misionera no conoce fronteras.

Contempla a prisa el paisaje porque no se puede quedar. Busca almas.A veces las halla enredadas cual ovejillas entre las espinas. Así que tambien deberán herirsen sus manos mientras la libera.El alma misionera no conoce fronteras.
En ocaciones, al caer la tarde y tras sembrar llora en su soledad. No llora por tener que sembrar sino porque al regresar su mirada sobre el terreno surcado, descubre que la tormenta arrancó lo sembrado del día. Y hay que volver a comenzar.El alma misionera no conoce fronteras.

No conoce mucho de todo, pero todos le conocen. A veces con nostalgia recuerda el lugar acogedor de donde vino, pero lo olvida por un momento, al estar anunciando con máyor vehemencia para donde va. E invita insistente cual portero mientras mira el reloj: -Venid, venid!Oh Almas venid!

Grita. Sonríe. Susurra. Escucha. Es la boca de Dios para una nación. Pero tambien es la boca del pueblo que apela rogando misericordia para ellos. Y eso es, lo que conmueve al Todopoderoso a quién le derrite su oración. Su gemido. Su intercesión. Por lo que tras oirle, de pie, sobre su trono ordena a las huestes de maldad -¡Abran paso! ¡Dejenla avanzar!Porque ella mi embajadora es. Me representa. Ella habla por mi. Es mi Socia. Ella les dice a los hombres que yo salvo,y yo los salvo! Les da esperanza diciendo:- El sana. Y yo sano. Ella siente lo que yo siento. Y hace lo que yo haría. Y luego sonreiría.

Ella es. Ella es...El alma de un Misionero.

Con aprecio y de corazón, desde Honduras, BALBINO VASQUEZ-Misionero

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